Diana Salazar: Selección 2:

En los últimos días del Verano

Era uno de los últimos días del verano y ni por eso se calmaba del sol. Los rayos del sol eran tan fuertes que al caminar cinco minutos ya estabas bañado en sudor. Ese día mi Tía Lorena había quedado con mi mamá y mi Tia Monica a venir a la casa después de que ella saliera del trabajo. Eran como las tres, cuando suena el timbre. Mi mamá me pidió que abrir la puerta así que bajé corriendo para ver quién era. Mi tia Lorena estaba esperando ansiosamente a que le abriera en la puerta. Así que la salude y dejé que subiera antes que yo. Al  llegar arriba, mi mamá y mi otra tía la saludaron y le preguntaron cómo estaba. Ella respondió “estoy bien un poco cansado del trabajo pero ¿que creen?” Y en eso entró mi hermana a la sala y las cuarto preguntamos “¿qué?” “Hace una cuadra hay una caja afuera de una de las casas que tiene un montón de gatitos recién nacidos” nos dijo.

Hace dos año había fallecido el gato de mi tía. La muerte de su gato fue muy difícil para ella y su familia ya que se habían encariñado con él. Así que yo no sabía si era una buena idea para ella y mis primos volver a tener un gato.

Mi mamá respondió “¿los están regalando?” “¡Sí creo que voy a ir a escoger uno!” Digo mi tía mientras dejaba su bolsa en el sillón y iba saliendo por la puerta. A mi hermana y Tía Mónica le encantaban los gatos así que ellas fueron detrás de mi Tia Lorena. Pasaron como 10 minutos y no regresaban. Yo estaba esperando ansiosamente para ver si regresaban con un gato o no ya que mi tía nos había mandó una foto de los gatitos. Habían como cinco en la caja unos negros, unos grises, unos blanco con negro así que bajé corriendo a buscarlos para poder ver los gatitos. Y así los ví caminando de regreso a casa, mi tia Lorena tenía un gatito gris, mi hermana tenía un gatito negro y mi tía Mónica tenía otro gato gris.

Me acerqué a mi hermana y le dije “¿Porque agarraste un gato? ¡Tú sabes que mami no le gustan las mascotas!” Ella respondió con una risa “¡Ya sé pero a lo mejor la puedo convencer!” Cuándo nos subimos arriba, mi mamá estaba sorprendida al ver que las tres tenían un gato en sus manos. Y voltea hacia mi hermana y dijo “¿y tú porque agarraste uno?” Mi hermana le dijo “Miralo está tan pequeño y lindo” Yo anadie que si lo sacamos a la calle había una posibilidad que no sobrevivirá. Y mi mamá nos dijo “no tenemos espacio para un gato.” Al ver que mi mamá no iba a cambiar de opinión, mi Tía Lorena dijo que uno de sus amigos quería un gato y él dieron el gato negro que había agarrado mi hermana. Mi Tia Lorena decidió llamar su gatita Luna y tía Mónica escogió Benito para su gato como el personaje Benito Bodoque en el programa Don Gato y su Pandilla.

En ese momento, Tía Mónica vivía en el primer piso con su familia y nosotros vivíamos en el segundo así que constantemente estábamos visitando a Benito. Como los habíamos encontrado recién nacidos teníamos que darle de comer en una botella como si fuera un bebé humano. Mi hermana y yo tomamos turnos para darle de comer y le ayudamos cuando empezó a caminar ya que se caían los lados como un borracho. Aunque yo siempre había querido un perro, Benito había cambiado mi opinión. Su pelo era tan liso y suave que constantemente lo quería estar tocando y acariciando.

Nos habíamos encariñado mucho con Benito que al año cuando nos enterarnos que mi tía estaba embarazada inmediatamente pensamos en Benito. Mi tía nos dijo que ya no se podía quedar con Benito ya que los químicos que usaban para limpiar donde usaba el baño y estar pendiente de él iban a ser mucho para ella y sus náuseas. Así que mi Tía Mónica le llamó a mi Tia Lorena para preguntar si quiera quedarse con Benito. Mi Tía Lore dijo que si pero cuando trajeron a Benito a su casa, la naturaleza del gato masculino es orinar cuando huele a otro gato cerca. Por dos días que Benito se quedó con mi Tía Lore, él no quiso comer y jugar se quedaba en su cama durmiendo.

En ese entonces yo estaba preparándome para mudarme a los dormitorios en American University, así que mi hermana y yo decidió que podíamos usaría mi espacio para tener a Benito. Pasamos muchas horas tratando de convencer a mis papás que íbamos a poder cuidar al gato y también mantener nuestro cuarto limpio. Finalmente después de días de conversaciones extensas,  los convencimos para que Benito se quedará con nosotros. Han sido tres años desde que encontramos a Benito y dos años desde que Benito se mudó con nosotros y no me gustaría las cosas de cualquier otra manera. Me encanta llegar a casa y que él venga corriendo a sobar su espalda detrás de mi pierna. Es un gato muy misterioso y puede ser muy serio con extraños pero con mi hermana mi mamá y yo es muy cariñoso. Cuando mi hermana y yo no estamos en la casa mis papá ven por Benito como se fuera otro de sus hijos. Es un gato muy expresivo que hasta le hicimos su propio Instagram para compartir con todos las travesías de Benito. Fue así como en una ola de calor en los últimos días de verano encontramos el sexto persona que completará nuestra familia.